De acuerdo a las cifras de la ONU, existen más de 5 mil grupos en alrededor de 90 países y 7 mil lenguas. Se estima una población de 370 millones aproximadamente, es decir, más del 5% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables, representando el 15 por ciento de los más pobres.
Estos pueblos indígenas son herederos de culturas en las que la relación con el medio ambiente es muy distinta a la que llevan a cabo las sociedades modernas. Asimismo, aún conservan usos y costumbres de origen ancestral. Estas comunidades han buscado durante años el reconocimiento y respeto a su cultura, a su forma de vida y el derecho sobre sus territorios, tradiciones y recursos naturales. Lamentablemente, sus derechos han sido siempre violados.
Hoy por hoy, son uno de los sectores de la población más vulnerables del mundo y se busca crear conciencia para que sus entornos naturales, sociales y culturales sean conservados, valorados y respetados.
La Declaración mencionada, establece un marco universal de normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas y, por otro, se expone en detalle cómo se aplican a la situación particular de los pueblos indígenas las normas existentes de derechos humanos y las libertades fundamentales.
Los expertos en el tema definen a un grupo étnico como un conjunto de población que comparte características como idioma, en algunos casos territorio, costumbres, ideas, vestimenta y cultura. Por cultura debemos de entender por su forma de vivir, convivir y pensar.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en nuestro país existen 62 grupos étnicos. Sus diferencias radican en su lenguaje por lo que también se les conoce como grupos etnolingüísticos. Asimismo, se diferencían por su vestimenta o tradiciones pero éstos pueden ya no existir o tener similitudes con otros grupos.