En la reunión que sostuvieron Francisco Villa y Emiliano Zapata en Xochimilco confirmaron la intención de impulsar el reparto de tierras y continuar con la lucha armada. Asimismo, al otro día se trasladaron hacia el centro de la Ciudad de México.
Francisco Villa, Emiliano Zapata y sus respectivas fuerzas militares recorrieron las calles de la ciudad hasta llegar al Palacio Nacional. Algunos historiadores aseguran que el contingente era conformado por más de 50 mil hombres y mujeres.
Este acontecimiento fue una clara advertencia de que los dos grupos estaban unidos y que lucharían hasta el final para hacer valer los preceptos del Plan de Ayala proclamado el 28 de noviembre de 1911 por Emiliano Zapata.
De este gran acontecimiento existe una fotografía muy representativa donde Francisco Villa está sentado en la silla presidencial y su lado derecho esta Zapata, rodeados de muchos campesinos que formaban parte de las filas de sus ejércitos.