Desde 1989 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció este día con el objetivo de que los países miembros reflexionen sobre la problemática que aqueja a la población de muchos países como la pobreza.
Para celebrar este 2019 el Día Mundial de la Población, la ONU creó la campaña que se dirige sobre la implementación de políticas dirigidas a la planificación familiar.
La Conferencia Internacional de Derechos Humanos reconoce que la planificación familiar es un derecho inalienable del ser humano. Por ello se declaró que: “Los padres tienen el derecho humano básico de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos”.
Estos son los nueve estándares para ejercer el derecho a la planificación familiar:
Sin discriminación: La información y los servicios de planificación familiar no deben restringirse por motivos de raza, sexo, idioma, religión, afiliación política, origen nacional, edad, situación económica, lugar de residencia, discapacidad o estado civil.
Disponibilidad: La información y los métodos anticonceptivos deben estar disponibles en cantidad y variedad suficiente para todos.
Accessibilidad: Los países deben garantizar que los productos y servicios de planificación familiar sean accesibles físicamente y asequibles para todos.
Aceptabilidad: La información y servicios de métodos anticonceptivos deben proporcionarse de manera digna, respetando tanto la ética médica moderna como la cultura de las personas que reciben atención.
Calidad: La información sobre planificación familiar debe comunicarse claramente y ser científicamente precisa.
Toma de decisiones: La asesoría integral en materia de reproducción permite que cada persona tome decisiones con la información necesaria, de forma independiente, sin presiones, coerción o tergiversación, así como rechazar opciones inapropiadas.
Privacidad y confidencialidad: Todas las personas deben disfrutar del derecho a la privacidad cuando buscan información y servicios de planificación familiar.
Participación: Los países tienen la obligación de garantizar la participación activa e informada de las personas en las decisiones que los afectan, incluidos los problemas de salud.
Responsabilidad: Los sistemas de salud, los sistemas educativos, los líderes y los legisladores son responsables de los esfuerzos para hacer realidad el derecho humano a la planificación familiar.
Por lo anterior, es importante educar y concientizar a la población en general para que las mujeres y las niñas no sean presionadas para embarazarse varias veces, poniendo en riesgo su vida.
Asimismo, fomentar valores que concienticen tanto a los hombres como a las mujeres de la importancia de tener pocos hijos para poder garantizarles calidad de vida.