De manera oficial se estableció que el inicio de la Revolución Mexicana fue el 20 de noviembre de 1910 con la proclamación del Plan de San Luis por Francisco I. Madero. El movimiento civil comenzó en el norte del País. El General Porfirio Díaz pensó que pronto terminaría este conflicto sin darse cuenta del malestar social generalizado en todo el país. El movimiento creció rápido y no había manera de pararlo.
El 1 de abril del siguiente año rinde su último informe, sin saberlo, en el que hace del conocimiento del Congreso y a la población sobre los cambios realizados a su gabinete. Finalmente, la presión social y el movimiento armado en su contra lo obligan a dejar la presidencia de México para exiliarse en París, donde murió en 1915.