La proclamación de las Leyes de Reforma se llevó a cabo en medio de la guerra entre liberales y conservadores. El gobierno de Juárez vivió en un constante peregrinaje ya que sus enemigos políticos lo perseguían con la intención de terminar con su gobierno.
Estas Leyes polarizaron la sociedad mexicana de ese entonces, desatando lo que se conoce como la Guerra de Reforma, la cual se extendió hasta 1861.
Las Leyes de Reforma buscaban separar la Iglesia y el Estado. Se estipulaba de manera clara que la Iglesia no debería tomar parte en los asuntos del Estado.