El nacimiento de las lenguas es un proceso lento y natural que cruza la historia del ser humano, pero también existen lenguas que se crearon de forma artificial con propósitos artísticos, filosóficos, científicos o sociales. A diferencia de las lenguas naturales, estos idiomas suelen tener un creador o autor, quien construye una gramática, morfología, fonética y sintáxis para su lengua.
Ejemplos de estas lenguas son el quenya y el sindarin, utilizadas por los elfos de la Tierra Media, el universo de J.R.R. Tolkien, quien creó estos idiomas, incluído un abecedario especial. Otros ejemplos son el klingon (utilizado en Star Trek) y el esperanto, creado por L. L. Zamenhof, que buscó crear una lengua fácil de aprender que se utilizara de forma internacional. Sin llegar a convertirse en una lengua universal, el esperanto ha tenido mucha difusión en el mundo, cuenta incluso con hablantes que la conocen como su lengua materna.