Se le reconoce por sus grandes aportaciones a la Educación en México, fundó diversas instituciones educativas como la Escuela Normal para Maestros.
Asimismo, fue uno de los grandes impulsores de políticas públicas en materia educativa, como la alfabetización, y en temas diplomáticos durante la Guerra Fría.
En dos ocasiones fungió como secretario de la Secretaría de Educación Pública, en los periodos de 1943 a 1946 y de 1958 a 1964. También fue Director General de la UNESCO.
Se distinguió por ser escritor, traductor, político y diplomático. Entre su obras literarias destacan: Fervor, El corazón delirante, Los días, Nuevas canciones, Biombo, Poesías, Contemporáneos, Destierros, Estrella de día, Fronteras, Sonetos, Sin tregua, Tiempo de arena y Memorias.
Durante 16 años luchó contra el cáncer y finalmente se suicidó, con un disparo en la sien, el 13 de mayo de 1974.